La soledad no siempre es algo malo, sobre todo cuando la buscamos o necesitamos. Como esos momentos en los que nos zambullimos en la lectura de un buen libro, o el relax escuchando uno de nuestros grupos favoritos.

Pero lo primero que se nos viene a la cabeza al pensar en la palabra soledad es la tristeza, la ausencia de compañía cuando se quiere estar acompañado que nos apena aún más que la propia ausencia en sí. Y sobre todo, esa soledad que muchas veces vemos reflejada y transmitida por la gente mayor.

Lo hemos escuchado muchas veces, pero es cierto, no es necesario estar solo para sentirse solo. Todos hemos pasado por ello alguna vez en nuestra vida.