Esta semana no he tenido casi tiempo para salir a hacer fotos, y ha peligrado la foto de la semana. Y es que hay semanas que se hace muy complicado ya no solo buscar tiempo para salir a hacer fotos, sino luego que alguna de esas fotos valga la pena para incluirla en el proyecto. Pero a pesar de todo, de momento parece que lo voy consiguiendo. Aunque haya semanas que la foto no sea todo lo buena que me gustaría.
Isabel Steva Hernández, ‘Colita‘, ha sido galardonada con el Premio Nacional de Fotografía 2014, que concede el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (El Mundo, El Confidencial, El Pais).
El jurado la ha reconocido «por su destacada trayectoria de más de cinco décadas como fotógrafa en varios medios (fotoperiodismo, retrato, ensayo fotográfico), además de autora de fotolibros tan reconocidos como ‘Luces y sombras del flamenco’ y ‘Antifémina'».
“En su fotografía siempre se encuentra humor, inteligencia e ironía”. Así define el jurado del Premio Nacional de Fotografía 2014 a Colita, en el acta que concede el galardón a la fotógrafa catalana.
Pero la artista, al igual que hiciera Jordi Savall con el premio Nacional de Música (El País), ha renunciado al premio en rechazo por la política del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (El País, El Mundo).
Domingo de relax, de desconexión del estrés y las presiones de la semana. Momentos para disfrutar del sol, del sonido del mar, de un paseo por la playa, de la soledad de la conversación entre la caña de pescar y el mar, …
Todos tenemos planes y proyectos en la cabeza que queremos llevar a cabo en un momento u otro. Ideas que pasan por nuestra cabeza y van tomando forma. Que aparecen en cualquier momento y lugar. Ideas que vale la pena apuntar para que no se olviden y poder recuperarlas y desarrollarlas más tarde.
Cualquier sitio es bueno para sentarse, desconectar y apuntar esas cosas …
Complicada semana para las fotos en la que no he tenido mucho tiempo para dedicarle. Pero en un paseo por la playa, aprovechando los últimos días de calor y que después de salir de trabajar todavía hay tiempo para ir a ver el anochecer, se puede ver esta imagen. El cielo contrastado por las últimas luces del día, que se cuelan por entre las nubes y las hojas de los árboles y arbustos, creando esta estampa a medio camino entre lo realista y lo surrealista.
Ahora me he quedado sin palabras. Ésta es una de esas fotos que en cuanto aparece ante tus ojos el duendecillo interior que decide cuando apretar el disparador de la cámara te dice “¡¡¡Ahoraaaaa!!!”. El color, la sombra, las líneas. Con lo complicada que se nos pone la vida de vez en cuando, un poco de minimalismo siempre viene bien.
De la misma manera que las ruedas de un coche dejan huellas en el barro al pasar sobre él, las experiencias vividas las dejan en nosotros, en nuestra memoria, en nuestra forma de ser, en nuestro cuerpo.
En los documentales sobre naturaleza siempre se explica que hay que estar muy atentos a los colores, y que no hay que acercarse a aquellos animales o plantas con colores o combinaciones de colores muy llamativos, porque suelen indicar peligro. O eso, o sino es que esos organismos, para protegerse, han adoptado esos colores imitando a los animales peligrosos.
Pues el otro día, al ver el objeto de la foto, se me planteó esa misma duda. ¿Se trataba de un animal peligroso, o simplemente era para despistar?
Para que luego digan que de la tele y de los documentales no se aprende nada.
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